miércoles, 5 de octubre de 2011

Vida y Futbol


Te has puesto a pensar que la vida es como un equipo de futbol, en el cual el director técnico es Dios, y nosotros somos los jugadores, Dios es el que sabe todo lo que ha de suceder con nosotros, y muchas veces permite que nos “lesionemos” o pasemos por esas pruebas difíciles, también que pasemos por malas rachas, o tal vez que estemos cruzando por un buen nivel. Cada vez que anotamos un gol es una alegría para todo el equipo, así mismo cuando le hablamos a alguien de nuestro Dios,  igual que en el futbol, Dios evalúa nuestros resultados, si el puntaje es bueno, nos irá bien, y si por el contrario, el resultado es malo, no escucharemos muchos elogios, a cambio llegaran voces de motivación para hacer un mejor trabajo. La satisfacción mas grande no es algo material, es el gozo de poder contar con personas nuevas en nuestro equipo.




lunes, 3 de octubre de 2011

Comensales y Meseros


Hace algún tiempo, un gran señor convoco a todo el mundo al mejor banquete que haya pasado por esa tierra, llegaron invitados de todo el mundo, gente rica, y gente pobre,  personas amables y otras q no tanto, flacos, gordos, altos, bajitos, de todo tipo de personas habían en esta gran fiesta de pronto llego la hora de empezar a repartir la comida, toda los invitados estaban acomodados en sus asientos, junto a sus amistades y familiares, la orquesta se detuvo, de repente todo se detuvo, eran tantos los invitados que los pocos meseros que habían no podían rendir su trabajo y la fiesta empezó a llegar a su fin.

Esta vida es una gran fiesta, de la cual nosotros somos participes, el gran señor es Dios, y los meseros son los que se disponen a llevar el evangelio, te has preguntado que seria del mundo, si salieras de la comodidad de la fiesta, y empezaras a servir como uno de los meseros, si salieras de la comodidad de tu vida, y llevaras el evangelio a aquellos que lo necesitan.

Que seas un servidor es lo que Dios espera de ti

Jesús dijo: “id  y predicad el evangelio a todas las naciones”.

sábado, 1 de octubre de 2011

Chocolates

 

Un día un joven decidió regalarle un chocolate a su novia, compro uno de la mejor calidad, emocionado apresuro su andar, para encontrarse rápidamente con su amada. Cuando entrego su presente, la novia recibió el chocolate pero antes de comerlo, decidió leer a su novio todos los ingredientes, calorías, azucares y demás que tenía el chocolate, así que empezó a decirle,
-“mira Gracias pero es que esto tiene 441 Kilocalorías, 66.5 gramos en carbohidratos, además que tiene mucho azúcar y me puede engordar”. A lo que el joven decepcionado le dijo,
-“oye lo único que quería era que te alegraras y disfrutaras la chocolatina, perdóname de todas formas”.   
Dios es como el novio, nos dio a su hijo que es su tesoro más preciado, y nosotros somos muchas veces como la novia, que busca peros y excusas para rechazar el regalo que Dios nos da. Si tan solo recordáramos todo lo que Dios nos ha prometido y creyéramos todo lo que Él nos dice, nuestra vida sería mucho mejor.

“De tal manera amo Dios al mundo que envió a su único hijo para que tu y yo nos salváramos”